Corrupción y cambio climático favorecen resurgimiento del gusano barrenador en México
El gusano barrenador resurge en México tras tres décadas. Brotes en el sur del país provocan cierres fronterizos, pérdidas económicas y alerta sanitaria.

El gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) ha reaparecido en México después de más de tres décadas, generando alerta sanitaria, pérdidas económicas millonarias y nuevas tensiones comerciales con Estados Unidos.
Desde noviembre de 2021, las autoridades mexicanas, en coordinación con Estados Unidos, han registrado más de 560 casos en animales en 2025, incluyendo vacunos, equinos, porcinos y hasta mascotas. Aunque muchos han sido controlados, la mosca sigue expandiéndose principalmente por el sur del país, incluyendo Chiapas, Veracruz y Tabasco.
Este parásito fue erradicado en México en 1991 gracias a la aplicación masiva de la técnica de moscas macho estériles, una técnica que ahora debe reforzarse ante nuevas adaptaciones biológicas.
Impacto comercial y respuesta estadounidense
Estados Unidos ha cerrado la importación de ganado mexicano –reses, caballos y bisontes– tras detectarse casos en el estado de Veracruz, un golpe que ha generado pérdidas superiores a 700 millones de pesos. Aunque recientemente se permitió una reapertura parcial, hoy está suspendida nuevamente.
En respuesta, se activó un plan binacional para combatir la plaga mediante la liberación aérea de moscas macho estériles, tanto en Texas como sobre el estado de Chiapas, con cobertura de miles de millones de insectos por vía aérea.
Causas multidimensionales
Expertos señalan que el resurgimiento del gusano barrenador responde a una «tormenta perfecta»:
- Cambio climático, que facilita su reproducción rápida.
- Flujos de ganado sin inspección adecuada desde Centroamérica.
- Evolución biológica, que reduce la efectividad de las moscas estériles anteriores.
En respuesta, se acelera la construcción de una planta de producción de moscas estériles en Chiapas, con una inversión de 30 millones de dólares de México y 21 millones de Estados Unidos, que planea producir 100 millones de moscas semanales para controlar la plaga.
Panamá, con la planta de COPEG en Pacora, sigue abasteciendo de insectos estériles como parte de una estrategia continental coordinada.
También hay impacto humano
La Secretaría de Salud ha confirmado 13 casos de miasis humana en Chiapas y Campeche este año. La infestación causa fiebre, supuración y dolor, aunque no se han reportado muertes hasta ahora.
El regreso del gusano barrenador representa un reto sanitario, económico y ecológico que exige una respuesta integrada: vigilancia animal y humana, control biológico con moscas estériles, cooperación regional y ajustes frente al cambio climático.
Solo así se podrá proteger la ganadería mexicana, la salud pública y, eventualmente, restablecer la confianza en los mercados internacionales, mientras se fortalece una estrategia sostenible de sanidad agropecuaria.